Los poemas de Circe siempre estan cerca, a mano para lo que necesitemos pensar o decir. Se detienen en un color, en una sombra, en un aire, en un tono de voz; en un aleteo perceptivo tan efimero que parece imposible de nombrar. Y no solo lo nombran, lo cantan. Con ese oido absoluto y esos pasos de baile, como quien rima y versifica sin esfuerzo, Circe despliega una por una todas las cosas del mundo.Entre esas cosas esta, claro, el lenguaje, que tambien se examina: como hacer que «ese turbio polvo de palabras» deje de ser «pobre, debil instrumento»? «De que manera ataco con palabras/ cosas tan delicadas?», se pregunta. «No quisieras que abrieras el libro», nos dice a sus lectores, «y vieras palabras». Y vaya si lo logra: cuando abrimos el li
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos