Esta oruga odia las verduras. No puede ver una berenjena ni en pintura, y no le muestres un hongo, o una lechuga, o una calabaza... Es más. Ni siquiera es una oruga, sino un terrible ogro que come niños, no plantas. Pero miren, algo curioso le está pasando conforme avanza hacia el momento de convertirse en mariposa... ¿Qué pasará?