El señor Tokujo es el dueño de la tintorería El Tokio. De sus ancestros heredó el oficio de limpiar la ropa hasta dejarla impecable. Entre jabones, aprestos y solventes, pasa sus días. Pero también tiene una pasión secreta, que lo ayuda a combatir la rutina: escribir haikus. Detrás de las etiquetas de las prendas que devuelve limpias a sus dueños, escribe pequeños poemas que les regala, en silencio. Nadie parece prestarle atención a esos haikus hasta que Adelina los descubre. Y será ese descubrimiento el que alumbre una nueva amistad y, al mismo tiempo, llene de vida la vieja tintorería. Al final del libro, la autora invita a sus lectores a descubrir el arte de componer haikus y a realizar la pe
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