Si alguna vez este manuscrito se publicase; ¡cuántos tontos alzarán sus voces contra la lascivia y contra los principios de moral y de metafísica que contiene! Responderé a esos tontos; a esas máquinas pesadamente organizadas; a esa especie de autómatas; acostumbrados a pensar con los pensamientos ajenos; que hacen una u otra cosa sólo porque se les indica que lo hagan; que todo lo que he escrito está basado en el razonamiento libre de todo prejuicio.
Lo repito una vez más a ustedes; censores atrabiliarios: no pensamos como queremos. El alma no posee voluntad; no está determinada sino por las sensaciones; por la materia. La razón nos ilumina; pero no nos determina en absoluto. El amor propio es el móvil de todas nuestras determinaciones. La felicidad depende de la conformación de los órganos; de la educación; de las sensaciones externas; y las leyes humanas son tales que el hombre sólo puede ser feliz observándolas; viviendo honestamente.
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos