Para Inge Müller, la historia es el detalle del todo que constantemente late en las sienes, lo que se rompe en pedacitos en el gran curso de los sucesos. Inge Müller se rompió dos veces. Dos dictaduras pasaron por encima de ella, el nacionalsocialismo y el estalinismo. Llevaba dos sacos a cuesta, en el segundo solo la impotencia, en el primero incluso la culpa. Una culpa más encasquetada que cometida.
Herta Müller
Quince años estuvo forcejeando con el fantasma de la muerte, removiendo, en silencio, cuerpos de los escombros. De ahi que sus poemas sean reservorios de una incomparable mixtura de urgencia, de entereza, de fragilidad y de extrema soledad, que la sostuvo durante apenas 41 años. Inge Müller no llegó a publicar ningún libro en vida.
Geraldine Gutiérrez-Wienken
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