Napoleón Toole, protagonista y narrador de Precipitaciones aisladas, habita un archipiélago de geografía incierta llamado Carasia. Sobre ese paisaje se desarrolla su universo simbólico en el que se alternan, de modo inestable, discusiones sobre las guerras de la Europa decimonónica, un jardín cultivado por hormigas, la cuidadosa disección de la meteorología de Marruecos o una evaluación crítica del destino de los estoicos.
Sin embargo, en el centro de su discurso se erige la figura de Vera, una mujer cuya presencia omnímoda y multiforme lo perseguirá en una excursión ferroviaria hasta un pueblo pesquero. A partir de ese viaje, y a semejanza de los egiptólogos a los que en algún punto del relato elogia, Napoleón Toole también se lanzará en la búsqueda de una fórmula para desarrollar una genealogía del futuro y la reconstrucción inteligible de su historia.
Tal como ocurría en Semana, su primera novela, Sebastián Martínez Daniell explora en Precipitaciones aisladas la fertilidad de la palabra y su propia capacidad para manipular los materiales de las enciclopedias y los mecanismos de la realidad. El resultado, lúdico y fantasmático, es una serie de radios convergentes en los que la alucinación, la memoria y los actos se traslucen a través de una poética de la fragmentación.
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos