A pesar de su dicción sin trauma, esta poesía provoca una incomodidad de base. Queda siempre la sensación de que Frabotta da vuelta las palabras poniendo afuera lo de adentro, como esa tierra que acaba de ser azotada por una tormenta en uno de sus poemas. En realidad, hay una indagaciónencubierta sobre el mundo urbano y el de la naturaleza; y sobre la amistad, el amor, la condición de mujer, la política. Es un acercamientocauteloso hasta la sospecha y quizá por eso sólidamente dicho.
En Italia el llamado hermetismo jugó a la exposición directa del objeto emocionalmente significativo, esperando que se viese en él la huella de laconmoción interior. La poesía de Frabotta -como la de otros poetas de su generación- da otro paso: discute silenciosamente con sus percepciones.
No se aviene al caos pero tampoco a maquillar el conflicto. Si en los 90habló del efecto de lo social en el cuerpo con La viandanza, ahorarecuenta cuerpo, paisajes y conflictos.
Jorge Aulicino
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