En la poesía de Yves Bonnefoy se trata desde un principio de cómo decir la presencia, eso que no siempre parece estar al alcance de las palabras. Al menos habría entonces que separar de su materia, de su carácter de habla, las ideas que petrifican, lo que podría hacerse a través de imágenes. Por algo el primer libro incluido aquí se titula Anti-Platón. Pero también las imágenes, como el sueño, pueden tender una trampa, y acaso la presencia se indique más bien en la escucha de una voz: alguien habla en el verdadero lugar. Así, aparecen nombres, cantos, sitios precisos, paisajes. Y si en un momento se intentará leer en piedras, en tumbas o ruinas, las voces de la vida presente, que van del pasado al futuro, en el último libro de esta etapa se buscará en cambio esa escucha, esa atención, la suspensión del tiempo para que un ser mortal se pronuncie, se recupere en su habla, en la fluidez del agua, en un río, surcado por botes nocturnos, pero también en esa forma del agua que configura imágenes móviles en el cielo, las nubes. En su conjunto, desde los primeros textos publicados hasta los libros deslumbrantes de los años 60 y 70, pueden leerse aquí las progresiones, los intentos y los hallazgos de uno de los poetas más fascinantes, más conscientes de nuestra época. Nació en Tours el 24 de junio de 1923, trasladándose a París para realizar estudios de matemáticas primero y de filosofía después, estudios que conjugó con su dedicación a la poesía. De los años 1945-1946 datan sus primeras publicaciones, la revista Révolution la Nuit y el Traité du pianiste, de orientación surrealista. En 1947, rompe sus contactos con Breton y su grupo e inicia un camino independiente que lo llevará a ser uno de los grandes renovadores de la poesía francesa contemporánea. De 1953 data su primer libro poético, Du mouvement et de l'immobilité de Douve, al que seguirán, entre otros, Hier régnant désert (1958), Pierre écrite (1965), Ce qui fut sans lumière (1987), Début et fin de la neige (1991), La Pluie d'été (1999), Les Planches courbes (2001). Son célebres sus traducciones de Shakespeare que acompaña con agudos estudios preliminares. Es autor de numerosos ensayos, entre ellos: L'Improbable; Arthur Rimbaud; L'Arrière-Pays; La Vérite de parole; Entretiens sur la poésie; Sous l'horizon du langage. A partir de 1960, es invitado a dictar ciclos de conferencias en numerosas universidades francesas y extranjeras. En 1981, es designado en la cátedra de Estudios comparados de la función poética en el Collège de France, donde da clases hasta 1993. Falleció en 2016 en París.