Molloy busca a su madre, Moran busca a Molloy. Odisea filial, novela de detectives, manual razonado de cómo chupar piedras… Del mismo modo que Malone muere y El innombrable, los otros libros de esta trilogía ya mítica de Samuel Beckett, Molloy avanza en un balbuceo que no entiende de géneros, una pulsión incontenible de narrar a fuerza de pura, efervescente impotencia. Matías Battistón
Avancé bordeando el cementerio. Era tarde. Medianoche quizá. La callecita es en subida, me costaba. Un viento ligero empujaba las nubes a través del cielo débilmente iluminado. Es lindo tener una parcela a perpetuidad. Muy, muy lindo. Ojalá esa fuera la única perpetuidad. Me detuve delante del portón. Estaba cerrado con llave. Como correspondía. Pero no pude abrirlo. Samuel Beckett
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