"El Padre", dice Saint-Yves d´Alveydre en Las claves de Oriente, "hay que decirlo, es destructor". Un espíritu desesperado de rigor y que, para pensar, se pone en el plano realzado de la naturaleza, siente al Padre como un enemigo. El mito de Tántalo, el de Megera, el de Atreo, contienen este secreto en términos fabulosos, esta especie de verdad inhumana que es toda la búsqueda del hombre al intentar adaptarse. El movimiento natural del Padre hacia el Hijo, hacia la Familia, es el odio; ese odio que la filosofía de China no puede separar del amor. Y a partir de esta verdad general, cada padre en particulartambién busca adaptarse a su ser. Yo he vivido hasta los veinte años con un odio oscuro hacia el Padre, hacia mi padre en particular. Hasta el día en que lo vi fallecer. Así, aquel rigor inhumano al cual yo acusaba de oprimirme, cedió. Surgió otro ser de aquel cuerpo. Y por primera , vez en mi vida, aquel padre me tendió la mano. Y yo, que me incomodaba en mi cuerpo, comprendí que también él había estado incómodo en su cuerpo toda la v da. Y que existe una mentira del ser contra la que hemos nacido para protestar.
Antonio Artaud -Surrealismo y Revolución- 26 de febrero de 1936
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos