Dos niñas conversan junto a los chanchos, sentadas sobre la sepultura de una mariposa; un "hombre-radio" empieza a darse cuenta de que sus sueños son premonitorios; una mujer se aleja de un hombre por temor a descargar sobre él su furia animal; un conejo desaparece misteriosamente. Estos cuentos, y los demás que integran este primer y sorprendente volumen de Julia Grink, sin embargo, no son fantásticos. Se instalan más bien en una zona tan vacilante (como creíble) de la realidad. A veces pienso que todo lo que aquí se lee forma parte de una ciudad, la ciudad a la que arribará (salvando el pellejo) la protagonista del cuento que le da nombre al libro. Como si Los días de noche fuese esa ciudad futura, y Julia Grink (seudónimo de Olga Pilnik) una investigadora de incógnito.
Otoño de 2019
Hernán Lucas
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