Todos tenemos una piedrita que horada en el bolsillo, una piedrita en el camino de los vínculos. Piedrita es la palabra que eligieron los griegos (un idioma que Malén maneja bien), para decir litio. El de la poesía es también un lenguaje que Malén maneja bien, el lenguaje de las chicas perdidas y encontradas. En esa química se combustiona Litio, la novela, generando una llama roja cuando se acerca al fuego, una llama blanca si la combustión es violenta y se vuelve cristal, casi fantasmal. Un elemento más liviano que el agua que no deja de ser un metal.
Marina Mariasch
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