Gran parte de la historia de la ciencia se ha construido con imágenes de mentes masculinas que conocen naturalezas femeninas, SÓLO ESO.
La consecuencia es que apenas tenemos un imaginario que represente a mujeres blancas o negras como sujetos de conocimiento que investigan a hombres blancos (negros o de otra raza o etnia). Pero existen más variables como la clase social, la sexualidad o la edad. La pregunta es si el sexo o la raza del sujeto de investigación son epistemológicamente relevantes o, dicho de otro modo, si la diversidad y la democracia en una comunidad científica influyen en mejores formas de hacer ciencia, más objetivas y más justas socialmente. Sabemos que la presencia de mujeres en la ciencia (al igual que otros colectivos) no es condición suficiente para una mejor ciencia, pero sí necesaria.
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos