Johann Sebastian Bach es uno de los compositores más enigmáticos y complejos de la historia de la música. ¿Cómo es posible que un hombre aparentemente tan común, opaco y, en ocasiones, irritable, fuese capaz de crear una obra tan sublime? Gardiner ha interpretado y estudiado a Bach desde su primera juventud hasta la actualidad, y es hoy uno de sus intérpretes más reconocidos. Este libro nos presenta los frutos de su dilatada experiencia como director, y no sólo nos descubre las principales claves para entender y apreciar las composiciones de Bach—las ideas que las orientaron, sus estructuras y los efectos que producen en los oyentes—, sino también todo lo que es posible saber del hombre que fue. Con este extraordinario ensayo, John Eliot Gardiner nos invita a profundizar en la obra y en el espíritu de uno de los creadores más geniales de todos los tiempos.
"Una obra que plasma la obsesión de toda una vida tras los misterios de un creador complejo, prolífico, adelantado y aun difícil de desentrañar".
Jesús Ruiz Mantilla, El País
"No queremos afirmar que el primer libro de un autor será sin duda su obra maestra, pero cuesta imaginar qué podría hacer el maestro inglés John Eliot Gardiner, de 70 años, para superar el compromiso, el alcance y la exhaustividad de La música en el castillo del cielo. Gardiner ha realizado, magistralmente, el monumental trabajo de tomarle la medida al Bach hombre y músico".
James R. Oestreich, El Mundo
"La música en el castillo del cielo reconstruye en más de ochocientas páginas la imagen de un Bach profundamente humano. Gardiner desgrana los conflictos interiores y exteriores que arrastró el músico a lo largo de su vida, la complejidad y las contradicciones de una personalidad con muchas más aristas de las que sospechábamos".
Stefano Russomanno, ABC
"Lo que ha logrado Gardiner en este volumen es poco usual. A la investigación sobre hechos de la época hay que sumar la intuición. Intuición sobre sus sentimientos, su visión... y ahí juega un gran papel la escucha, el discurso sonoro, el poder de las notas".
Maricel Chavarría, La Vanguardia
"Gardiner nos habla desde la partitura y desde la interpretación, conectado con el motor y con los ritmos de la danza de la música, atrapado en la armonía secuencial y la intrincada red contrapuntística de los sonidos, sus relaciones espaciales, los caleidoscópicos cambios de color, más o menos, dice él mismo, como si un astronauta tratara de explicarnos la experiencia lunar, no pudiendo exponerla con imágenes".
Rubén Amón, El Mundo