Descripción del producto
Este libro recopila cerca de doscientos juegos y dinámicas utilizables en diferentes contextos de la educación para la paz, los derechos humanos y el desarrollo, contrastadas y experimentadas por el Seminario desde hace años. Cada juego se presenta en una ficha útil y manejable que explicita su definición y objetivos, el tipo de participantes a quienes va dirigido, las consignas de partida y la forma de desarrollo y sus posibles variantes. Ello permite huir de las recetas y, a la vez, fomenta la flexibilidad y posibilidad de adaptación. Un triple índice general, por apartados o tipos de juegos y por edades simplifica su manejo. Para facilitar la progresión, los juegos y dinámicas se clasifican en los siguientes apartados: 1 presentación; 2 conocimiento; 3 afirmación; 4 confianza; 5 comunicación; 6 cooperación; 7 resolución de conflictos; 8 distensión; y 9 juegos con paracaídas. El Seminario de Educación para la Paz de la Asociación Pro Derechos Humanos, creado en 1987, reúne a personas procedentes de distintos niveles de la educación formal y no formal. Persigue un triple objetivo: crear inquietud y sensibilidad entre los y las enseñantes sobre la necesidad de educar sobre y para la paz, los derechos humanos y el desarrollo; contribuir a la formación de educadores y educadoras, así como a la multiplicación de los grupos de educación para la paz; y, en tercer lugar, crear, adaptar y difundir materiales. Los materiales del Seminario, que han recibido ya dos premios del Ministerio de Educación y Ciencia, han sido pensados para aprender y enseñar a pensar y tener voz, para fomentar la disidencia y hacer transparente lo real: que vivimos en un solo mundo, desigual, injusto y diverso. El Seminario de Educación para la Paz de la Asociación Pro Derechos Humanos, creado en 1987, reúne a personas procedentes de distintos niveles de la educación formal y no formal. Sus materiales, que han recibido dos premios del Ministerio de Educación y Ciencia, han sido pensados para aprender, enseñar a pensar y tener voz, para fomentar la disidencia y hacer visible el mundo en que vivimos, un mundo desigual, injusto y diverso.
