Corre 1562 y Teresa de Jesús, a sus cuarenta y siete años, está alojada en el palacio de Luisa de la Cerda en Toledo. Consuela a su anfitriona de la melancolía provocada por la muerte de su esposo, espera a que prospere la fundación de su nuevo convento y se dedica a escribir un texto destinado a convertirse en una obra decisiva en el nacimiento del género autobiográfico moderno: El libro de la vida, que deberá complacer a sus superiores eclesiásticos y defenderla de sus detractores. Pero, ¿y si Teresa -monja carmelita, escritora y mujer- hubiera redactado en paralelo otro manuscrito, un diario más íntimo, no destinado a complacer ni a defenderla ante nadie, sino a evocar su vida pasada y tratar de explicarse como ser humano? Eso es lo que imagina Cristina Morales, dando voz a una Teresa libre de ataduras y compromisos.
CORREO ARGENTINO
DESCUENTO DEL 10% POR TRANSFERENCIA BANCARIA
Protegemos tus datos