Hay que enseñarle a tejer al gato. En caso de que a alguien le falte un gato, ya sabe lo que debe hacer para conseguir uno: ir con una albóndiga cruda al baldío mas cercano y gritar "mish". O bien pedírselo directamente a quien tenga gatos de sobra. No importa si el gato es fino o ciruja, zurdo o diestro, anciano o jovencito. Todos aprenden a tejer.
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