Desde ficciones ya clásicas como La pasión según G.H. de Clarice Lispector o El beso de la mujer araña de Manuel Puig, hasta 2666 de Roberto Bolaño o Bajo este sol tremendo de Carlos Busqued, pasando por las reescrituras de los mataderos en la cultura argentina o por las corporalidades inhumanas de João Gilberto Noll, “lo animal”, dice Gabriel Giorgi, emerge como un artefacto que permite leer un reordenamiento más vasto.
A partir de una serie de materiales, que incluye además instalaciones y documentales, Formas comunes analiza el cambio de lugar del animal en la cultura como indicador de un desplazamiento clave: el animal empieza a funcionar de modos cada vez más explícitos como signo político. Un estudio tan elocuente como actual de una de las figuras más destacadas de la nueva generación de intelectuales latinoamericanos.
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